Crisis, Cloud Computing e innovación

Carlos Escapa

El panorama económico que ya hemos comenzado a dibujar en 2009 aparece condicionado por la crisis.

En esta coyuntura, y después de meses de reuniones con otros miembros de la dirección, los CIOs constatan que su partida presupuestaria para el ejercicio se ha reducido en un 15 por ciento, y se espera que la reducción se amplíe a entre el 20 por ciento y el 30 por ciento durante el segundo semestre del año.

Ante esta situación caben dos respuestas. La primera sería la conservadora, centrada en retrasar las inversiones, restringir la innovación y planificar a largo plazo. La segunda, más proactiva, pasaría por aprovechar la oportunidad de iniciar proyectos que en tiempos normales eran políticamente difíciles de defender o imposibles de desplegar.

En los últimos tiempos, la agenda de los CIOs se ha visto colonizada por dos temas aparentemente distintos pero íntimamente ligados: virtualización y Cloud Computing.

La principal promesa de ambos es cambiar radicalmente la estructura de costes de las infraestructuras de TI, al tiempo que se mejoran las eficiencias y la experiencia de los usuarios que utilizan los recursos empresariales.

Los proyectos de virtualización ya han mostrado a las empresas cómo abordar situaciones de reducción de costes al tiempo que se modernizan las infraestructuras y se mejoran las eficiencias.

Veamos un ejemplo. Muy pocos CIOs tiene visibilidad sobre el consumo eléctrico de la informática, y mucho menos por el de su empresa en general. Y esto es una gran oportunidad para liderar proyectos de ahorro de energía a nivel empresarial.

Los CIOs hoy pueden llevar a cabo estrategias de reducción de energía consumida por equipos informáticos y su refrigeración, tantos en CPDs como en puestos de trabajo, de entre el 40 y el 80 por ciento utilizando tecnologías existentes de nueva generación.

Estas no son solamente más económicas y flexibles, sino también tolerantes a fallos y por ello permiten aplicar técnicas como "fail-in-place" para ampliar el ciclo de vida de los equipos y su período de depreciación, así como operarlos sin tener que pagar mantenimiento.

En el caso de Cloud Computing, las previsiones marcadas por distintas consultoras permiten ser optimistas en cuanto a su evolución en los próximos años. En concreto, Merril Lynch dice que el mercado de la informática de nube será de 160.000 millones de dólares en los próximos cinco años.

La situación económica actual, de cambios relámpago y de una volatilidad sin precedentes, ha forzado a industrias enteras a llevar a cabo la reestructuración más rápida y descomunal jamás vista. Y los CIOs tienen la oportunidad de liderar esta reestructuración ofreciendo infraestructuras de TI que respondan a estas necesidades de flexibilidad, escalabilidad y calidad de servicio.

Algo que, con la innovación en mente, pasa por abordar proyectos de Cloud Computing, que permitan sacar el máximo partido a las plataformas propias y poder balancear cargas de trabajo hacia plataformas externas, sin que el servicio se vea afectado por periodos de caída de aplicaciones en los procesos de migración de aplicaciones entre plataformas.

La efectividad de las dos estrategias propuestas al inicio, una más defensiva y la otra claramente ofensiva, varía de una empresa o institución a otra. Lo que podemos afirmar con certeza es que no hay ninguna razón para dejar caer los brazos: hay gran cantidad de ideas y tecnologías para enfrentarse a los desafíos que llegan a los CIOs con la crisis.

El reto consiste en identificar los que dan un retorno de la inversión en el menor espacio de tiempo, y ejecutar con rapidez para realinear la estrategia informática, y entrar en un círculo virtuoso de reducción de costes de operación para dejar paso a la innovación.