Director TIC

Las habilidades que se exigen al profesional TIC son mucho más especializadas que hace cinco años por la velocidad con la que evoluciona la tecnología. Las redes se amplían y las infraestructuras de telecomunicación cada vez tienen más capacidad y son más sofisticadas. Además, la convergencia de canales y terminales de acceso añade complejidad a las plataformas multiservicio, que deben llenarse de contenidos. Las áreas que, a juicio de los expertos, se perfilan como de mayor dinamismo en el futuro cercano son: las nuevas generaciones de Internet, las comunicaciones móviles, las plataformas de televisión digital, los contenidos digitales multiformato y las plataformas de distribución. En estos ámbitos, se definirán los perfiles requeridos, y especialmente los relacionados con la comercialización de servicios y contenidos "a medida". En el horizonte que se atisba es imprescindible que los profesionales TIC cuenten con itinerarios formativos flexibles, para evitar que la aceleración cada vez más rápida e impredecible de las innovaciones deje obsoletos sus conocimientos.

Se requieren profesionales con un intensivo conocimiento en tecnología, pero que paralelamente demuestren conocimientos de gestión empresarial, ahorro de costes, mejora de productividad, idiomas, humanidades, habilidades de marketing, ventas y comerciales, así como habilidades de presentación y representación, conocimientos de regulación, economía, mercado y empresas, iniciativa y espíritu emprendedor.

Un directivo TIC tiene que combinar, de forma equilibrada, una serie de capacidades y conocimientos, no sólo técnicos, sino también del negocio en el que se ubica, con una serie de cualidades personales, inherentes a la figura de cualquier otro directivo. En cuanto a las características técnicas, al margen obviamente de las meramente relacionadas con el puro conocimiento de las diversas tecnologías existentes, sus tendencias y las posibilidades que aportan de cara a su aplicabilidad en el negocio, conocimientos sobre planificación, organización y metodología son también aspectos muy importantes a considerar. En las cualidades personales, el liderazgo y la visión práctica de la realidad se convierten en puntos fundamentales.

Más proyectos con menos presupuesto

Para IDC la función actual del CIO se basa en hacer más proyectos y prestar más servicios con mayor eficacia y calidad que antaño y a un menor coste, es decir incrementar poco los presupuestos, o lo mínimos necesario, eliminar riesgos asociados a las TIC y su gestión, es decir buscar modelos de infraestructuras, arquitecturas software y modelos de soporte y gestión que resten riesgos de cualquier tipo a la empresa, alinear TI, procesos y organización con las estrategias y necesidades de negocio, lo que supone absorber y conducir las necesidades y estrategias de negocio en organizaciones (procesos, tecnologías y personas), hacer frente a entornos tecnológicos y necesidades de negocio cada vez más cambiantes, es decir buscar la flexibilidad en todos los sentidos, especialmente en el tecnológico (reducir y mitigar el coste del cambio actual y sobre todo, el del futuro), huyendo para ello de la complejidad y convertir las tecnologías de la información en ubicuas y seguras, es decir en servicios tecnológicos de muy alta disponibilidad (100 por cien del tiempo) cumpliendo con las normativas y regulaciones de negocio/tecnológicas.

Hace unos años, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (MITYC) y la Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones en España (AETIC), realizaron un estudio sobre ‘Perfiles Profesionales’, y de él se extrajeron importantes conclusiones relativas al número y las características de los perfiles que serían necesarios en los próximos años. Este estudio concluyó que el déficit no sería tan abultado y, lo que fue más importante, apuntó las vías para
cubrirlo a partir de la recalificación de profesionales de otros sectores hacia las TIC. Sin embargo, actualmente existe carencia de profesionales, sobre todo, en las áreas técnicas (desarrollo de software y aplicaciones y servicios de telecomunicaciones) y en las áreas funcionales, centradas en I+D e ingeniería y desarrollo de productos.

En cuanto a la enseñanza en TIC, el gasto en formación ha aumentado un ocho por ciento en España, pero es inferior en 17 puntos a la media europea, lo cual no ayuda. Sin embargo, la tarea más urgente es la adecuación de los contenidos curriculares a las necesidades de la industria, fruto de una mayor sintonía entre la academia y la empresa. Para dotar al mercado de los profesionales TIC que demanda, el MITYC puso en marcha el Plan Avanza, que contempla medidas de formación tanto a nivel de usuarios de la tecnología como de profesionales de las TIC. Un plan con el que el gobierno pretende conseguir que el sector TIC suponga un siete por ciento del PIB español.