Obstáculos de adopción

Aunque la Web Semántica ofrece un gran potencial, aún existen muchas materias por resolver en esta tecnología emergente. Por ser una tecnología basada en Internet, la Web Semántica estará vulnerable a los atacantes y hacker que intentarán aprovechar las debilidades de la tecnología. Por ejemplo, es posible que la misma técnica de Phishing, páginas falsas que se semejan a páginas legítimas, se utilice en la Web Semántica.

Por otra parte, el control de acceso en las aplicaciones semánticas sigue siendo un área de suma importancia, especialmente en las implementaciones corporativas, para asegurar que los datos no vayan a parar en manos de usuarios que no tienen derecho a su acceso. Berners-Lee señala que esta es el área de enfoque de la comunidad Web Semántica con el proyecto Policy Aware Web, cuyo objetivo es la creación de reglas de control de acceso de las tecnologías Web emergentes.

Otro reto al que se enfrenta la Web Semántica es acerca el bombo publicitario que recibe. Actualmente, la Web Semántica está de moda entre los proveedores. Incluso algunos utilizan términos como “Web 3.0” para promocionar sus productos y tecnologías.

Lo que suele pasar con este tipo de promociones es que los proveedores alardean de disponer de productos para esta tecnología aunque, en realidad, no es el caso. La W3C ha recibido mensajes publicitarios de productos que afirman ser de tecnología semántica aunque no lo son. Este tipo de promoción tiene el efecto de impedir o ralentizar el progreso de la tecnología porque sólo sirven para confundir a los clientes y desarrolladores.

Según Berners-Lee, hay un simple test para comprobar si el producto es una tecnología semántica: fíjese en los estándares que soporta. Si el producto no soporta los estándares claves como RDF, OWL o SPARQL, no es un producto semántico.

Sin embargo, para algunos observadores, el mayor problema de la WS no es la seguridad, el bombo o los estándares; es la avaricia. Uno de los argumentos es que los negocios no van a aceptar las condiciones de accesos gratuitos a datos corporativos y señalan que continuarán desarrollando formatos propietarios para evitar este tipo de acceso.

Este es el argumento del investigador Downes en su blog, “Por qué fracasará la Web Semántica”. Durante nuestra entrevista, Downes resaltó que, “las compañías, ante todo, intentan crear un monopolio sobre un formato o estándar concreto”.

Downes, que ha trabajado con tecnologías semánticas, indica que aunque tecnologías como RDF han existido durante mucho tiempo, las empresas evitan utilizarlas por esta razón. Y como prueba de su premisa, Downes señala que aunque páginas Web como Flickr y Google, o productos corporativos como Lotus Connections de IBM, ofrecen capacidades semánticas, ninguna utiliza tecnología RDF o Web Semántica.

Sin embargo, tanto Berners-Lee como Miller aseguran que los datos propietarios se pueden convertir a datos semánticos con facilidad. Por ejemplo, los contenidos de páginas como Flickr pueden ser interpretados por máquinas. Los dos añaden que para ser competitivos, las compañías, tarde o temprano, tendrán que adaptar sus datos propietarios a la Web Semántica.

El futuro es semántico

¿Cuál es el futuro de la Web Semántica? ¿Seguiremos viendo islotes de datos propietarios semánticos incompatibles? ¿Veremos la aparición de una gigantesca Web como base de datos de todo el mundo emerger posibilitando todo tipo de aplicaciones?

Nuestra previsión es que la Web Semántica se aceptará porque ofrece demasiados beneficios frente a las desventajas. Pero también es posible que no aparezca en la forma que pensamos. La lección de Web 2.0 es que los usuarios disponen de una creatividad increíble a la hora de implementar nuevas tecnologías. Miller afirma que ha visto la implementación de tecnologías semánticas en maneras inesperadas e interesantes.

Lo cierto es que la manera de buscar y analizar información va a cambiar radicalmente con la implementación de nuevas tecnologías y los negocios deben empezar a investigar la implantación de éstas en sus infraestructuras.

En las palabras de Berners-Lee ha llegado el momento: “Es hora de entender la semántica de la Web”.