Escoger un nombre de dominio acertado y a través de una empresa que ofrezca garantías de registro es vital para evitar serios problemas a largo plazo. Desde Piensa Solutions, basándose en su experiencia ofreciendo este tipo de servicios, se aconseja a los usuarios de la Red en la elección y registro del dominio que mejor les va a representar en Internet.

Lo primero a tener en cuenta es el nombre. Es fundamental y lo mejor es que contenga sólo una palabra. Si tienes pensado hacerle un sitio a tu empresa en Internet, debes pensar un nombre que se identifique con tu denominación comercial o con la actividad que ofrezcas en la Red y que sea sencillo de recordar para los visitantes. Si, por el contrario, sólo buscas crear un espacio donde intercambiar impresiones, este no sólo debe ser fácil de recordar sino también debe hablar de ti.

Es necesario elegir un dominio fácil de pronunciar y comprender. Si el nombre se entiende a la primera será más sencillo de recordar que si el internauta no sabe el significado de las palabras que integran el dominio. Además, no debe haber diferencia entre la manera de pronunciarlo y la de escribirlo ya que será más difícil de recordar.

Además, hay que seleccionar una extensión para tu página principal: .com, es, net... Cada dominio tiene su propio carácter y el mismo coste, pero sólo uno puede ser el principal, el que te identificará en Internet. Una vez contratado el dominio, asegurar que se hace a tu nombre o al de la empresa. De este modo, se evitan problemas legales en el futuro.

Proteger las marcas en Internet es fundamental. Si se desea salvaguardar una marca o nombre, no se puede olvidar registrar diferentes extensiones de tu dominio, tanto genéricas (.com, .es, .org, .net...) como territoriales (.es) y redireccionarlas a una misma página Web para proteger las denominaciones contra los ciberocupas. La rapidez y la eficacia en la resolución de los problemas que puedan surgir en la página Web son fundamentales para ahorrar pérdidas de dinero y de tiempo.

El dominio es el primer paso, pero hay que tener en cuenta que, sin un plan de alojamiento, no es posible disfrutar de correo electrónico ni poner la página Web al alcance de los internautas. Lo esencial es elegir la opción más conveniente sin dejarte engatusar por un número ilimitado de servicios si después realmente no vas a hacer uso de ellos. Por precio y prestaciones, un plan de hosting compartido puede resultar más que suficiente para las necesidades de la mayoría de empresas y particulares.