Según Antonio Cahner, director general de Systems Integration de T-Systems Iberia, “lograr la certificación CMMI es un éxito para la compañía que nos permite afianzar la relación con nuestros clientes y que abre las puertas de nuevos mercados. Tanto el certificado como la mejora de procesos que conlleva son vitales para aumentar nuestra competitividad, imprescindible para mantenernos entre las primeras compañías TIC”.

El CMMI establece cinco niveles respecto al grado de madurez (Maturity Level) que presentan los procesos y prácticas aplicadas en el desarrollo de software evaluados en las organizaciones, de acuerdo a un estándar de calidad reconocido a nivel mundial.

CMMI define también una forma de evaluación, appraisals, de las organizaciones respecto al grado de cumplimiento del modelo. El resultado de los appraisals acredita la correcta implementación en la organización de las buenas prácticas definidas en el modelo.

Hay que destacar que son tres las clases de appraisal en función del grado de rigurosidad de la evaluación. La clase A es la más rigurosa y es la única que proporciona un resultado oficialmente reconocido por el SEI, Software Engineering Institute, que es el instituto encargado de supervisar esta evaluación y cuya función es desarrollar modelos de evaluación y mejora en el desarrollo de software.

Según esta valoración, T-Systems ha finalizado su proceso de mejora con el appraisal clase A, que reconoce que se ha alcanzado el máximo nivel de capacidad, el Capability Level-3 (CL3), en las áreas de proceso que son propias del Nivel de Madurez 2, que abarca Planificación del Proyecto, Control y Seguimiento del Proyecto, Gestión de Necesidades, Gestión de la Configuración, Garantía de Calidad del Proceso y Producto y Medición y Análisis; y también en todas las áreas de proceso propias del Nivel de Madurez 3 relacionadas con ingeniería de software, que son Desarrollo de Necesidades, Solución Técnica, Integración de Producto, Verificación y Validación.

Este certificado, por tanto, constituye una forma de medir el grado de madurez de las organizaciones en el seguimiento de las mejores prácticas definidas en el modelo, a fin de desarrollar productos y servicios de calidad que satisfacen las necesidades de los clientes y usuarios, y que incorporan un proceso de mejora continua.

Según destaca T-Systems supone, además, dar respuesta a una necesidad de mercado, ya que disponer de este estándar le confiere una garantía de calidad cada vez más demandada por los clientes: “durante 2012, seguiremos con el proceso de mejora en el resto de áreas de proceso incluidas en Maturity Level-3, ya que la certificación CMMI nos ayuda a desarrollar e implementar proyectos heterogéneos e individuales sobre una base estandarizada. Esto no sólo nos hace ser más rápidos y eficientes, sino también lograr una mayor previsibilidad y capacidad de medición de nuestros procesos de desarrollo", destaca Antonio Cahner.