Descubrimiento revolucionario: más energía cerebral y memoria reforzada

Se está produciendo un cambio discreto pero notable en cómo entendemos el suministro energético del cerebro y su relación con la pérdida de memoria. Los investigadores han comprobado que, al proporcionar más “combustible” a las neuronas, el pensamiento mejora de forma apreciable. Este hallazgo abre la puerta a nuevas estrategias para tratar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Mitocondrias: el motor energético del cerebro
Las mitocondrias generan la energía que necesita cada célula, especialmente en el cerebro, donde las neuronas dependen de ella para comunicarse a través de sinapsis. Pero cuando su actividad disminuye, las neuronas empiezan a fallar y las conexiones se desajustan. En el Alzheimer, por ejemplo, la degradación se evidencia con una actividad mitocondrial deteriorada antes de que las células cerebrales se apaguen.
Equipos de investigación de Inserm y el NeuroCentre Magendie de la Universidad de Burdeos, junto con la Université de Moncton, han creado herramientas novedosas para estudiar esta actividad. Con un método muy preciso, han logrado aumentar la producción mitocondrial en el cerebro, lo que podría tener grandes repercusiones en el tratamiento de las demencias.
Innovación tecnológica: el interruptor a medida
Tras años investigando las proteínas G, los científicos diseñaron un receptor artificial llamado mitoDreadd-Gs que se localiza directamente en las mitocondrias. Cuando se activa, este receptor pone en marcha proteínas Gs que elevan la producción de ATP, el principal proveedor de energía celular. Este avance tecnológico ha mostrado resultados muy alentadores en modelos animales.
En estudios con ratones que padecían demencia, los investigadores observaron que la actividad mitocondrial volvía a la normalidad y que mejoraban notablemente en tareas relacionadas con la memoria. Estos resultados son muy importantes, ya que relacionan la corrección de la energía con mejoras en el comportamiento de los propios sujetos experimentales.
Revertir la pérdida de memoria: un paso adelante
La activación del mitoDreadd-Gs no solo recuperó la capacidad de comunicación entre las neuronas, sino que también mejoró el rendimiento en pruebas cognitivas. Esto marca el primer vínculo directo entre la disfunción mitocondrial y los síntomas neurodegenerativos, abriendo una nueva ruta terapéutica con mucho potencial.
Los investigadores plantean que recuperar la energía en las células podría funcionar mejor que limitarse a eliminar las proteínas tóxicas del cerebro. Además, actuar a tiempo permite tratar la degeneración antes de que las neuronas se pierdan de forma definitiva.
Publicación y qué viene a continuación
El estudio se publicó en Nature Neuroscience y ha recibido valoraciones positivas de expertos como Giovanni Marsicano, quien señala que “la actividad mitocondrial deteriorada puede preceder a la pérdida neuronal”. Por otro lado, Étienne Hébert Chatelain destaca que esta herramienta puede ayudar a desentrañar los mecanismos moleculares y celulares detrás de demencias como el Alzheimer.
Luigi Bellocchio comenta que el siguiente paso será investigar si mantener un aumento sostenido en la actividad mitocondrial puede modificar los síntomas a largo plazo. Para ello, será necesario realizar estudios amplios con análisis cuidadosos de comportamientos específicos.
Retos para aplicaciones en humanos
Aplicar estos hallazgos en tratamientos para humanos supone superar desafíos importantes. Habrá que controlar con mucha precisión la dosis, la duración y la especificidad dentro del cerebro humano. Además, los biomarcadores podrían jugar un papel determinante para orientar las decisiones clínicas y monitorizar el metabolismo en zonas concretas.
Este nuevo enfoque abre la posibilidad de tratamientos prometedores contra la pérdida de memoria. Si estudios futuros confirman que es seguro y produce efectos duraderos, podríamos disponer de un nuevo objetivo para tratar las neuronas afectadas en enfermedades neurodegenerativas.