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ESB es la clave en el éxito de una empresa SOA
El Bus de Servicios Empresariales (ESB) funciona como conector de aplicaciones en una arquitectura orientada a servicios. Progress Software, pionero en su desarrollo, aborda las cuestiones que rodean a este concepto y son determinantes para el éxito de SOA
Progress Software se autodenomina como “el inventor del Enterprise Service Bus (ESB)”, un elemento imprescindible para canalizar la integración de las aplicaciones y que su visibilidad sea una realidad a través de una arquitectura SOA. Este elemento esencial por sí mismo no es suficiente para alcanzar el éxito en la implantación de una arquitectura orientada a servicios, como ha explicado este proveedor en un seminario dirigido a profesionales TI bajo el título ‘Los beneficios de una arquitectura SOA’.
“En realidad siempre se ha hecho SOA en las empresas porque es una evolución en los roles de las personas y se trata de ayudar a cubrir los objetivos de negocio a partir de la reutilización de los sistemas existentes”, señala el Director Comercial para el Sur de Europa de Progress Software, Emmanuel Lebot. “Simple, Operacional y Asequible”, es la traducción de cómo debe ser SOA para esta compañía.
Ayudar a alcanzar la cima
Existen unos 1.700 proyectos SOA en producción en estos momentos en todo el mundo, según datos facilitados en el seminario, pero muchos no dan los beneficios esperados por no aprovechar la experiencia de otros, de los que más saben, en opinión de Lebot, que considera que “Progress trabaja como un sherpa, ayudando al montañero, que es su empresa, a alcanzar la cima”.
A menudo, las empresas que desean afrontar el camino de SOA, cuentan con entornos difíciles de escalar, en el que hacer los procesos visibles sólo es posible a través de un bus, según comenta Fernando Paccini, director del sector Retail y Utilities de Progress Software.
Para lograrlo, este proveedor ofrece un completo conjunto de soluciones, donde Sonic ESB constituye la solución inicial. Además Progress cuenta con Actional, para la gestión de SOA, Apama para monitorización y Event Processing, entre otros, junto a software para la catalogación de servicios, gracias a un acuerdo con Systinet y para dar el paso a BPM, con Lombardi.
Los objetivos de una arquitectura SOA: reducir costes, proteger la inversión, reducir el time to market y mejorar la satisfacción del cliente, en palabras de Paccini.
Acabar con las aplicaciones aisladas
En este sentido, acabar con los anticuados modelos de aplicaciones aisladas en silos departamentales es la necesidad número uno en todo proyecto SOA. “Un ESB conecta lo antiguo con los nuevos sistemas y es la base de la reutilización, aunque no es una solución de principio a fin”, argumenta Miguel Ángel Sáez, consultor Preventa de Progress. “Existen alternativas al bus, como las herramientas de 'middleware', que carecen de interfaces de servicios y su gestión es difícil; servicios de aplicaciones a nivel 'hosting', basados en estándares, pero con una ejecución limitada a clusters; brokers de integración (EAI), que requieren una arquitectura centralizada y poco escalable, aunque realizan la mediación entre aplicaciones y, por último, los Web Services, que sientan las bases de la interoperabilidad, pero no están sujetos a calidad de servicio”.
Para Sáez, Sonic ESB engloba todas estas actividades, mitigando fallos en los servicios, entendiendo por tales cualquier aplicación que tenga conectividad JMS, que procesen ficheros o trabajen con envíos a FTP. “Todo se integra dentro del bus”, aclara.
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