El presupuesto de formación de los CIOs es el que corre mayor riesgo cuando existe una política de recorte de costes. Sin embargo, los expertos consideran que si las empresas hicieran casos de negocio más consistentes y sólidos para la formación, encontrar apoyos para conseguir ese dinero resultaría mucho más sencillo.

La mejor forma de hacer el caso de negocio en el caso de la formación es ofrecer medios para medir el valor que proporciona a la organización. Por desgracia, la mayoría de las organizaciones TI no disponen de mecanismos apropiados para hacerlo, según Andrew Walter, Director de Investigación del Programa para Ejecutivos de Gartner , una división de la empresa de investigación de mercado del mismo nombre.

”Muy raramente comprueban si están obteniendo valor de estos programas de formación”, explica Walter. “La formación es el primer capítulo que recortan los directores financieros de las empresas porque los CIOs no son capaces de hacer un buen caso de negocio. Con esta actitud, el mensaje que envían los CIOs es que no valoran la formación”.

En un reciente estudio realizado por SearchSMB, el 69 por ciento de los directores TI encuestados aseguraron que no tenían bastante presupuesto para formación.

Retener a los profesionales

En opinión de Walter, la retención de los profesionales comienza a ser un problemas para los CIOs que luchan por mantener su presupuesto de formación.

”Aquellos empleados que llevan mucho tiempo sin realizar ningún tipo de formación saben que se están quedando fuera del mercado. Empiezan a sentir que es hora de empezar a “moverse”. Es entonces cuando los CIOs empiezan a perder sus empleados más valiosos”.

Vincent Fattore, Director TI de la empresa Senior Lifestyle de Chicago, comenta que cada año tiene que “recordar a la dirección de la compañía que la formación es necesaria, que si no tenemos personal especializado nunca conseguiremos nuestros objetivos”.

Sin embargo, Fattore advierte que es muy difícil medir en términos monetarios si la formación está añadiendo valor a la empresa.

Aportar valor a la empresa

”Deben ser capaces de poner sobre la mesa la importancia de lo que hacen”, subraya Fattore. “Hace un par de años compramos una SAN y, lógicamente, necesitamos formación adecuada para ese producto pero no teníamos presupuesto. Si se dispone de una solución resulta obvio que es necesario tener a alguien que sepa cómo hacerla funcionar. Puede que algún empleado tenga algún tipo de conocimiento sobre el tema pero, normalmente, necesita ampliar su formación para proporcionar mayor valor a la empresa”.

Walker explica que su grupo de investigación habló en profundidad con 40 organizaciones durante 2006. Casi 30 afirmaron haber hecho esfuerzos para demostrar el valor de la formación, pero únicamente dos habían desarrollado una estrategia global.