Negocios de internet: ¿Qué hay más allá de emular la realidad?

Según esta idea, todo nuevo producto debe desplazar a uno ya existente que aunque de modo distinto, ya está cubriendo la función que queremos desarrollar. Este desplazamiento competitivo suele venir de la mano de una mayor eficiencia y conveniencia en la función que cubre, y se produce de este modo, un desplazamiento de los negocios existentes hacia los que ofrecen las nuevas oportunidades.

Antonio Flores

En algunas ocasiones, aparecen conocimientos cuya implantación afecta en todos los aspectos de nuestras vidas; producen disrupciones en el sistema económico y abren un gran campo de replicación más allá de la tecnología base que los conformó. La aparición de internet ha sido un claro ejemplo de disrupción del sistema; prácticamente ninguna de las áreas de nuestras vidas se escapa a su influencia y aplicación más allá de que seamos unos convencidos o no de la tecnología. Internet y su mundo, son al mismo tiempo una oportunidad en sí mismo y una fuente de oportunidades basadas en replicar necesidades de siempre. Los factores de éxito han sido las capacidades de replicar, escalar, financiar, conseguir notoriedad, etc., todos factores básicamente logísticos, sin menospreciar el potencial del dominio y evolución tecnológica.

Encontrar oportunidades de negocio y tener posibilidades de éxito a través de internet ha sido relativamente fácil; son los aspectos más tácticos y de escalabilidad los que han marcado el paso de las ideas a la realidad y a los beneficios. Amazon, Google, e Bay, Infojobs, e Dreams y un sinfín de negocios 2.0, son básicamente interpretaciones bajo las nuevas posibilidades de internet de las necesidades de siempre.

Hay que encontrar nuevos modelos de negocio

Lo interesante, lo que realmente nos hará evolucionar y provocará grandes saltos disruptivos más allá de la eficiencia y conveniencia, está por llegar y empieza ahora, una vez las emulaciones de la realidad como fuente inspiradora de negocios por internet se extinguen. En el futuro deberemos aprovechar las funciones realmente naturales y disruptivas (no sustitutorias)de la tecnología para encontrar nuevos modelos de negocio. Hay que aprender a utilizar el potencial natural de internet y su mundo, por encima del potencial sustitutorio.

Existen algunos indicios en la concepción de los modelos de negocio, que pueden aportarnos visión y reflexión sobre la evolución futura, siempre desde un punto de vista aplicativo, no desde la visión de la tecnología:

• Internet y su mundo han contribuido a reducir la distancia entre la propuesta de valor y el consumidor final, han eliminado las cadenas de intermediación y han centrado toda la atención en el valor esencial de las cosas.
• Internet ha desnudado a los productos y servicios dejándolos en la mínima expresión, en abstracción pura de ellos mismos y del valor que ofrecen.
• Los negocios 2.0 han contribuido a consolidar funciones, gremios y productos en plataformas unificadas de soluciones; así nuestro mundo se ha hecho más pequeño y más “vacío” de objetos.
• Internet y el 2.0 conforman una línea directa a un mundo abstracto y esencial, donde la filosofía y las posiciones vitales frente a la vida adquieren un nuevo valor y dimensión por encima de lo objetual y la imposición de las modas.
• Los negocios 2.0 aportan una falsa situación de libertad: Pese a lo aparente, son negocios que unifican el output final, sus funciones, prestaciones y alinean al usuario. Son la máxima expresión de la unificación a través del colectivo.
• La focalización en el valor y la esencia de las cosas han llenado nuestro mundo de funcionalidad y conveniencia, pero también lo han “vaciado” de empresas y puestos de trabajo.
• Los negocios 2.0 son básicamente abiertos y democráticos en su aporte de valor pero al mismo tiempo provocan una preocupante focalización de la riqueza en muy pocos individuos. Su escalabilidad hacen que se difundan muy rápidamente con el esfuerzo de muy pocos.
• La facilidad con que se adquieren los productos hace que sea muy difícil fidelizar a los clientes. Internet y su mundo lo componen clientes infieles a quienes hacen las propuestas de valor. En este mundo no hay punto medio: o estás arriba o estás hundido.

Todo ello incita a reflexionar: ¿Será a partir de ahora internet un medio o un fin en sí mismo? ¿Es la base competitiva de internet la eficiencia y conveniencia, o por el contrario nos puede dar soluciones realmente nuevas y naturalizadas que nos abrirán un mundo de posibilidades?

Y la pregunta del millón: ¿Quiénes y desde qué práctica profesional las detectarán?