Los falsos mitos también abundan en el mundo de las nuevas tecnologías y eliminar los prejuicios que existen acerca del modelo de negocio factoría de software es el objetivo con el que Eduardo Lorente, director de desarrollo de negocio de Vector FS, iniciaba su ponencia 'Percepción versus Realidad' celebrada en el marco del Congreso Internacional de Factorías de Software (SFIC 2007).

El primero de estos caducos estereotipos se encuentra en asociar la India y la mano de obra poco cualificada con las factorías de software actuales. "De hecho, a muchos les resultó extraño cuando hace cinco años se decidió crear Vector SF en España. Incluso a IDC, a quien encargamos un estudio, tildó de 'raro' el proyecto" según Lorente, y es que esta compañía es la primera que se implantó en la península ibérica para el desarrollo de soluciones tecnológicas a medida en modelo de factoría. "Cerca del 80 por ciento de los trabajadores son universitarios y con una amplia formación en nuevas tecnologías, con conocimiento de modelos de procesos y de metodologías de desarrollo. Además participan continuamente en foros, blogs y chats especializados".

Desmitificar estereotipos

El segundo gran bulo sería: Recursos ilimitados y disponibilidad inmediata."Hemos desmitificado esta teoría totalmente. Hay que planificar lo recursos con visibilidad, jamás de forma infinita. No somos un pozo sin fondo" aclara el directivo. Los centros de trabajo saturados y masificados es otra de las percepciones a eliminar ya que se trata de un modelo obsoleto y muy lejano. En la actualidad, Vector SF cuenta con tres centros de producción en España, dos en Madrid y uno en Albacete, localizados en modernas instalaciones y con un correcto dimensionamiento acorde al número de empleados. La proximidad, el idioma y la comunicación con el cliente fue uno de los motivos fundamentales por los que esta compañía decidió asentarse en este país.

Estas factorías ya no son las 'cajas negras' de hace años, la transparencia es un elemento fundamental por lo que se emplean de forma cotidiana herramientas colaborativas de gestión de proyectos, comunicación directa con interlocutores on-site, metodología estándar de mercado y procesos optimizados, sujetos a estándares de calidad. Es el fin de las metodologías rígidas, ya que "el objetivo es adaptarnos a los clientes en función de sus necesidades, el tamaño y tipología, la tecnología utilizada, el tamaño de proyecto, la carga de trabajo y los cambios en los requerimientos".

Por último hay que poner fin al incremento de la complejidad. La sencillez, según esta factoría de software radica en pensar antes de desarrollar. En la actualidad, los clientes no compran un modelo, compran soluciones a su problema con confidencialidad, tal y como contaba Lorente: "Nosotros les ayudamos a aproximar el modelo cambiando la organización, metodología de diseño de soluciones, etc. para poder trabajar. Nuestro máximo interés es que estas empresas produzcan software de calidad ya que lo importante para nosotros no es vender el 'cómo' sino el 'qué'".