Según el análisis de Hays, el 67% de los encuestados emigró voluntariamente y, entre el 31% que emigró por obligación, baja del 74% al 66% el porcentaje de los que los hicieron porque no encontraban oportunidades en España respecto a 2015.

En cuanto a las motivaciones para emigrar, el 38% dijo que buscaba una proyección internacional, el 34% porque le ofrecieron un proyecto más interesante que su trabajo en España, el 30% para vivir la experiencia, el 20% porque le ofrecieron un salario mejor, el 18% para mejorar en idiomas, el 14% porque su empresa le ofreció un nuevo proyecto en una filial en el extranjero, y el 8% para mejorar su formación.

Del total de los consultados, el 22% lleva menos de un año fuera, el 52% entre 1 y 5 años, el 13% entre 5 y 10 años, el 8% entre 10 y 20 años y el 6% más de 20 años. En cuanto a su situación, el 82% está trabajando, el 15% está desempleado y el 3% está estudiando. Por comunidades autónomas. El 46% son de Madrid, el 27% de Cataluña, el 11% de Valencia, y un 8% de País Vasco y de Andalucía respectivamente.

Los países más escogidos son Reino Unido, Alemania, Francia, Estados Unidos, México y Portugal. De los que están trabajando, el 79% está contratado en el país de destino y el 21% expatriado con contrato en España. Un el 83% tiene un trabajo relacionado con sus estudios, y el 53% considera que la conciliación laboral-personal es buena.

Por otra parte, el 63% cree que sus superiores están capacitados para gestionar adecuadamente y en un 60% de los casos se considera que en su empresa se valora a las personas por sus logros. El 54% dice que su empresa e innovadora si bien el 63% opina que no dispone de buenos planes de formación.